martes, 2 de febrero de 2010

Gracias (al "padre de Ramiro")

Es cierto que aquel 18 de Noviembre de 2009 estaba totalmente aterrada.
El pánico se mezclaba con la sorpresa.



No daba crédito a lo inesperado. Tal era el impacto que tu frialdad ante la noticia quedaban en segundo lugar.



Lo tuve claro desde el principio: nunca abortaría.



No entraba en mis planes, y si vos estabas o no en mi vida realmente no importaba, esta vez no era yo la que tenía que decidir, decidía una vida que llevaba 6 meses en mi vientre luchando por crecer y nacer.



Sí, cariño. La vida de esa criatura sería dura, sin padre.



Sí, cariño. Yo debería renunciar a muchas cosas.



Pero.... ¿sabes? No hay un solo día que me arrepienta de haber tomado la decisión correcta.



Es difícil, por no decir imposible, explicar lo que una madre siente cuando se mueve su vientre. Explicar cómo tu hijo quiere salir y no puede. Decirte cómo sentí que mi bebe luchaba y esperaba a que su madre tuviera fuerzas para ayudarlo a venir al mundo.



¿mi hijo sin un padre? Voy a contarte algo… aun no siente tu ausencia porque tan chiquitos no son conscientes de los miembros que forman una familia y segundo porque recibe el suficiente cariño, y más, de todos los que me rodean.



Pero hay mas, Ramiro cuenta con un apoyo incondicional de TODOS los que me conocen (y lo aman tanto como yo) por eso se que no te echará de menos. Ahora sé que cuando la crueldad de los niños le aborde, él sabrá ignorar y enfrentar.



Y ESO QUE SU VIDA SERÍA DURA SIN PADRE



Y por último, solo me queda decirte, que sí sabía a lo que iba a renunciar: A VOS.



Es a lo único que renuncie. Sobran explicaciones.



Te quiero y quiero darte las gracias porque me hiciste ser mejor persona. Porque gracias a vos tengo a Ramiro, tengo un hijo que aun hoy cuando lo siento dentro mio no me lo creo.



Quiero darte las gracias porque haciéndome renunciar a vos, pude quererme a mí, aprendi a quererme y hasta disfruto de mi soledad aún cuando te echo de menos.



Gracias por tu cobardía, ésta me hiso ser más valiente.



Gracias por dejar que me enamorara de vos, ahora puedo decir bien alto a mi hijo cuánto quise a su padre.



No me siento orgullosa de ser madre soltera, me siento orgullosa de ser madre. Y todo GRACIAS A VOS.



Te deseo, de corazón, no sufras por ello (aunque realmente dudo que lo hagas)



Suerte en tu camino

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